TARIELKA ¡HE VISTO UN OVNI!


Uno suele suponer erróneamente que los rusos agotaron toda su capacidad de crear aeronaves bizarras durante la guerra fría, pero no es así, esa inventiva todavía seguía presente en los noventa con algunos proyectos descabellados como este.

En Saratov, situada a 715 Km al sudeste de Moscú, ingenieros están desarrollando y construyendo una aeronave que resulta visualmente muy similar a lo que uno esperaría de un OVNI.


El ECIP, o Tarielka como le llaman cariñosamente, se basa en el principio aerodinámico que dice que un ala voladora es más eficiente que un avión diseñado con el esquema actual (alas por un lado ejerciendo toda la sustentación, y por otro lado un fuselaje como peso muerto). El diseñador Lev Shukin y el ingeniero Alexander Sobko han minimizado todas las estructuras externas, dejando solo unas alas regordetas y unos alerones como superficies de control. Incluso los motores se han instalado dentro de la cabina para dejar a la nave con la mejor línea aerodinámica posible.


La forma del fuselaje produce el 80% de la sustentación. Los motores jet toman aire que luego es expulsado por la parte trasera para proveer el empuje necesario, o por la parte de abajo de la nave para generar un colchón de aire, como hace un aerodeslizador, y así despegar y aterrizar sin la necesidad de usar un tren de aterrizaje.


Los modelos a escala han volado de una forma un poco errática, pero se han desempeñado lo suficientemente bien como para que se haya decidido continuar con el mejoramiento del ECIP.


Shukin cree que los aviones de tipo ECIP tienen el potencial de igualar al jumbo jet en cuanto a velocidad y altitud, y que además serán capaces de realizar aterrizajes más rápidos y en pistas más cortas. Él imagina a estos platos voladores rusos no solo como un jet con capacidad de transportar a 400 pasajeros, sino como plataformas de vuelo especializadas que podrán servir como hospitales transladables o como unidades de bomberos aéreas. Shukin cree que las naciones islas del Pacífico podrían ser un escenario ideal para usar estas naves que podrían despegar casi verticalmente y que se pueden desempeñar
igualmente en tierra, agua o en los cielos.

El diseñador es el primero en reconocer que todavía hay mucho por hacer antes de que el Tarielka se convierta en un producto comercialmente viable. Lo que falta no es el esfuerzo de la gente, sino el dinero. En la Rusia actual los 70 millones de dólares necesarios para continuar el desarollo y convertir la ciencia ficción en ciencia podrían nunca aparecer.


1 comentario:

  1. es una maquina tan buena que pone en peligro a el control mundial del mercado que ostenta boeing y al igual que inumerables inventos no solo rusos sino latinoamericanos, los monopolios mundiales pueden destruir las esperanzas de la humanidad por un mejor futiro, imaginese que avion tan versatil aterrizar casi vertical sin pista en casi cualquier parte eso los capitales dueños de locales comerciales en aeropuertos no creo lo permitan, el presidene ruso sino apoya un proyecto como ese que puede dar superioridad a la aviacion rusa disculpenme pero seria un tonto. gracias...

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A ver qué me contas...
(por favor, use su nombre o su apodo de barrio GRACIAS!!)